Son barcos de vela de otras épocas, vestidos de gala para la ocasión, para que los miremos desde la orilla. Hay una multitud mirándolos, admirándolos en el puerto de A Coruña. Son viajeros del tiempo. Yo sólo pienso en embarcar y surcar océanos a bordo de esos navíos elegantes, que se mueven a ritmo del viento, para así descubrir trocitos del mundo…