Mira al horizonte, quizás esté mirando toda esta belleza que yo miro, o quizás sueña con su amigo de juegos que ya no está, o con un manjar que llevarse a la boca. O simplemente disfruta de los rayos de sol que lo calientan. A ratos bosteza o se duerme, y yo me duermo mirándolo, preguntándome qué pensará.